Sparda, el legendario Caballero Oscuro. El demonio que salvó a la humanidad de ser diezmada y dominada por los otros seres del inframundo rebelándose contra los suyos, derrotando en el proceso al Príncipe de las Tinieblas, Mundus. Además, selló las diferentes Puertas y se estableció en el mundo humano. Eso fue hace dos mil años, antes de desaparecer para siempre sin previo aviso. Antes de desaparecer, sin embargo, el demonio se enamoró de una humana. De la unión de ambos nacieron dos hijos, gemelos.
Sparda desapareció, pero su esposa Eva siguió cuidando de los dos descendientes del demonio, dos híbridos cuyos nombres eran Dante para el menor y Vergil para el mayor. En la ciudad Red Grave tenían su hogar, una gran casa en la que vivieron felices hasta los ocho años. Dante, por un lado, era un chico rebelde, travieso y juguetón cuyo nivel de actividad contrastaba mucho con la actitud de su hermano mayor, más calmado y tranquilo. Vergil era un niño más centrado, le encantaban el ajedrez, la lectura y la poesía, siendo uno de sus favoritos William Blake.
Uno de los vecinos de la familia era un bibliógrafo al que Vergil de vez en cuando visitaba para poder leer sus libros y hacerle compañía al señor. El bibliógrafo le llegó a regalar un libro, una colección de los poemas de William Blake recogida en un tomo con una V en la portada y otra en la contraportada para que, al abrirse del todo, las tapas formen la W de William. El niño, muy contento, le pidió al señor una pluma. Sorprendido, el hombre se la tendió para contemplar atónito cómo el chico lo primero que hacía era anotar su nombre en la parte interior de la contraportada.
Cuando le preguntó por qué había hecho eso, el chiquillo le contestó que tenía un hermano gemelo con el que solía pelearse cuando no se ponían de acuerdo en quién tenía qué, así que por eso él le ponía su nombre a las cosas.
Aquel libro fue la posesión más preciada del niño hasta que su madre, en su octavo cumpleaños, les regaló a los dos un amuleto a cada uno, unos amuletos que en algún momento descubrirían que eran más que simples colgantes. Además, los dos gemelos tenían asignada una espada que en su momento perteneció a su padre: Rebellion, la espada a dos manos de estilo europeo, para Dante y Yamato, la katana elegante y letal, para Vergil.
Poco después de ese cumpleaños, unos demonios invadieron la casa de la familia Sparda, cuando Vergil no estaba en ella. Eva, con todo el valor que pudo reunir, consiguió esconder a Dante, diciéndole que si ella no volvía huyera, ocultase su identidad y no volviera nunca atrás. Entonces Eva corrió a buscar a Vergil, para salvarlo a él también. Lamentablemente, nunca le encontró. Vergil, cuando supo que su madre había salvado a Dante y él tuvo que salvarse solo, se sintió abandonado, se sintió solo... Fue entonces cuando decidió que lo único que importaba era el poder. Fue cuando acuñó su famosa frase: "el poder lo es todo, sin fuerza no se puede proteger nada. Ni siquiera su propia vida."
Años después, Vergil visitó la ciudad Fortuna, interesado en aprender todo lo posible acerca de su padre, el Legendario Caballero Oscuro Sparda. Llegó en un momento en el que la ciudad estaba algo inquieta. En Fortuna existe un culto que adora la figura de Sparda como a un dios, han construido toda una religión a su alrededor. Ese fue el motivo principal que llevó a Vergil a pensar que tal vez podría encontrar pistas útiles allí. Ahora el máximo representante de este culto, llamado la Orden de la Espada, se encuentra al borde de la muerte y todos los lugareños se preguntan quién le sucederá. Vergil aprendió algunas cosas en este lugar, pero fue a investigar una sala en la que se decía que todos los aspirantes a sumo pontífice debían dormir la noche de su ascenso, pues había sido la habitación del propio Sparda cuando vivió en Fortuna.
Por lo visto, Fortuna tiene una de las Puertas del Infierno, la cual el legendario demonio selló gracias al poder de Yamato, la espada que ahora porta Vergil. Después de aquello, se quedó para gobernar la ciudad un tiempo antes de marcharse, o eso dicen las leyendas. Habiendo inspeccionado ya la puerta y sin encontrar nada interesante, Vergil se dirigió a aquella habitación. Entró por la ventana y vio a una persona, un hombre al que ya no se le podía considerar ni siquiera de mediana edad. Ese hombre, Sanctus, en cuanto vio la figura que aparecía por la ventana supo que tenía algo que ver con Sparda, así que le preguntó que quién era. A su vez, Vergil le contestó con otra pregunta, y es que cuando él superase a Sparda, a quién adorarían, al demonio de la leyenda o al hijo que le sobrepasó.
Con eso dicho, Vergil pensaba marcharse de Fortuna, pero antes algo ocurrió, dejó algo atrás. Una semilla que algún día germinaría y se convertiría en otro heredero de la sangre de Sparda.
.jpg)
Poco después de su visita a Fortuna, Vergil se encontró en una biblioteca con un hombre llamado Arkham. Malvado hasta la médula, quería conocer la historia de Sparda. Le habló de otra de las entradas al inframundo selladas por el demonio, la Temen-Ni-Gru. Una torre demoníaca que el otrora héroe había usado para sellar su propio poder. Justo lo que estaba buscando, el poder de su padre que le pertenecía por derecho. Arkham parecía querer simplemente el resurgir de la Torre y del mal que en ella habita. La alianza se forjó con la desconfianza y se adornó con la traición, pero eso se vería más tarde. Primero, Vergil necesitaba alzar de nuevo la torre y tenían que recuperar un objeto importante, uno sin el cual no podrían abrir la puerta al Infierno. La otra mitad del amuleto en manos de Dante.
“Foolishness, Dante. Foolishness. Might controls everything - and without strength, you cannot protect anything; let alone yourself.”
Dante, tras esconderse bajo el pseudónimo de Tony Redgrave durante un tiempo, ahora estaba preparado para abrir un local desde el cual gestionar sus trabajos como cazador de demonios. No le ha puesto aún nombre, pero aun así recibe la visita de Arkham, que lo invita a encontrarse con su hermano en la cima de la torre. Allí, ambos hermanos combaten hasta que Vergil sale vencedor, reclamando el amuleto y clavando en el pecho de Dante la espada de éste, Rebellion. Si Vergil era consciente de que eso despertaría el poder oculto de su hermano y le permitiría acceder a su Devil Trigger (forma demoníaca en la que pueden mantener el control). Con todo lo que necesitaba, Vergil se suponía que podría abrir la puerta, así que se dispuso a descender hasta lo más profundo de la torre. Durante el camino Arkham apareció. Vergil, sabiendo la clase de persona que era y temiéndose una traición de última ahora guiado por el hecho de que el otro no eliminó a una intrusa humana, decidió acabar con la vida de Arkham, que ya no le era útil, antes de continuar con su camino hacia el sello.
Dante también bajó allí, encontrándose a su hermano que había liberado su sangre sobre la fuente y juntado los amuletos. Se supone que Sparda había usado su sangre y el amuleto para cerrar la entrada, pero lo que Vergil no sabía es que también había usado la sangre de una doncella humana. Arkham tuvo una hija con una descendiente de esa humana y esa hija, Mary, también ha acudido a la Temen-Ni-Gru. Por eso Arkham no la mató, no porque fuera su hija, sino porque la necesitaba para su plan. Después de que Dante y Vergil se volvieran a pelear, la muchacha entró a interrumpir el combate. Los tres estaban hechos polvo, lo bastante como para que Arkham, que en secreto también había asumido la identidad de un demonio arlequín con el que guiaba a Dante hasta su trampa y que parece ser que no murió cuando Vergil lo apuñaló, pudiera acercarse a Mary y herirla, arrojando su sangre al sello y así rompiéndolo. Dejando a los tres atrás, Arkham atravesó la puerta al infierno y tomó la espada que perteneció a Sparda, la Force Edge. Por desgracia para este individuo, el poder de Sparda era demasiado para él y no pudo controlarlo. Se convirtió en una masa amorfa a la que Dante se enfrentó. Le estaba costando poder con él hasta que Vergil apareció, haciendo “una gran entrada dramática” en palabras del propio Dante. Juntos, los dos hermanos derrotaron a Arkham y lo enviaron de vuelta al mundo humano, donde su hija lo remató, dejando atrás su pasado y adoptando ahora el nombre de Lady.
La espada y los colgantes cayeron por el abismo a un nivel inferior, los dos hermanos saltaron. Vergil quería recuperar su colgante, pero también coger el de Dante y tomar la espada. Pudo coger su parte del amuleto y la espada, pero Dante recuperó el amuleto. Ambos hermanos volvieron a enfrentarse después de que Dante le dijera que su alma le gritaba que tenía que detenerle. Vergil no pensaba permitirlo, necesitaba más poder, y no iba a dejar que su hermano le impidiera tomarlo.
Pero fue derrotado esta vez, así que dejó la espada atrás para que la tuviera Dante. En cuanto al amuleto, Vergil le dijo a Dante que no se lo daría a nadie, que pertenecía a un hijo de Sparda. Como los amuletos se habían separado y ya no formaban la llave del inframundo, el portal que habían atravesado se estaba cerrando. Dante quería decir algo a Vergil, pero éste no le dejó, lo instó a volver al mundo humano mientras él se quedaba en el infierno, que a fin de cuentas había sido el hogar de su padre. Dejándose caer por otro abismo, impidió que el menor de los gemelos le convenciera de lo contrario. Dante volvió al mundo humano y abrió su negocio, al que llamó “Devil May Cry”.
Mientras tanto, Vergil vagó por el infierno hasta encontrarse nada menos que con el Príncipe de las Tinieblas, el demonio al que Sparda había derrotado hacía dos mil años y que estaba próximo a una resurrección. Se enfrentó a él pensando que, si su padre pudo hacerlo, él debería poder vencerle también. No fue el caso, fracasó estrepitosamente y fue convertido en la marioneta de Mundus, ahora encerrado en una armadura negra. Nelo Angelo fue el nombre que se le dio a este nuevo ser, pues nada quedó de la voluntad de Vergil. Ocho años después de su último encuentro, los hermanos se volvieron a ver en la isla Mallet cuando Dante fue llevado por Trish a este lugar, contándole que el rey demonio Mundus estaba preparando su regreso. Todo esto era, por supuesto, una trampa. Nelo Angelo y Dante combatieron varias veces, y en todas el amuleto de Dante acababa saliendo de entre su ropa y haciendo luchar al híbrido dentro de la armadura, hasta que en la tercera ocasión Mundus maximizó su control sobre él, mandándolo a matar a Dante de una vez y para siempre. No lo consiguió, fue vencido. La armadura se desintegró y Vergil, aunque sobrevivió, dejó atrás el amuleto, que cayó en manos de Dante, y a Yamato, que acabó partida en dos en algún rincón de la isla. Mientras Dante derrotaba a Mundus y lo mandaba de vuelta al inframundo, el paradero de Vergil se perdió.
“It was originally my brother’s”
Mucho tiempo después, Dante encontraría sin querer la espada de Vergil en la ciudad Fortuna, en manos de un chico llamado Nero, que por lo visto había podido restaurarla con su presencia. Ese chico tenía un brazo demoníaco, lo cual hizo que el cazador de demonios sospechase. Pero cuando lo vio blandir la espada con ese brazo demoníaco y el aura tras él que lo acompañaba aumentando su poder de forma similar a lo que lo hacía para Dante la forma Devil Trigger, Dante supo que aquel chico de algún modo era su sobrino, hijo de su hermano Vergil. Sanctus, el hombre que había hablado con Vergil hacía años cuando éste visitó Fortuna, ahora era el nuevo sumo pontífice y había creado un malvado plan para invocar demonios y matarlos con una estatua gigante supuestamente basada en Sparda. Juntos, Dante y Nero lograron detener el malvado plan y a la Orden de la Espada. Nero quiso devolver la Yamato a Dante, sabiendo que era de su hermano. Dante, pensando que Vergil estaba muerto, decidió dejar que se la quedara y volvió a su vida.
[Spoilers de DMC5]
Pero Vergil no estaba muerto, sólo gravemente herido tanto en su cuerpo como en su orgullo. Tantos años de luchas y de derrotas han hecho que se encuentre en un estado lamentable, apenas puede caminar y su cuerpo aún muestra signos de la corrupción sufrida con el control de Mundus. Le quedaba poco tiempo de vida si aquello seguía así, por lo que movió ficha.
“He who desires, but acts not, breeds pestilence. “
Visitó Fortuna, concretamente el garaje en el que Nero guardaba la furgoneta que usaba para regentar un negocio como el Devil May Cry de Dante pero móvil. Sin miramientos, Vergil tomó a Nero del brazo demoníaco y se lo arrancó, transformándolo en Yamato y usándola para abrir un portal con el que salir de allí. Llegó a Red Grave, la ciudad en la que fue criado junto a su madre y hermano hasta la tragedia que les asoló. Encontró su antigua casa y ahí, dándole la espalda al retrato de su familia, se clavó la Yamato en el pecho.
“…heavy chain that does freeze my bones around…”
Yamato es una espada que puede “separar lo humano de lo demoníaco”, no sólo en el sentido de que pueda cortar el vínculo entre el mundo humano y el inframundo o abrir portales entre ellos, sino también puede separar la parte humana de la de demonio, y eso fue lo que hizo Vergil. Su parte humana quedó atrapada en un cuerpo que no duraría mucho tiempo, pues fue la parte descartada. El cuerpo real se lo quedó la demoníaca, que pronto asumiría la forma de un demonio más poderoso de lo que jamás nadie viera. Este demonio volvió al inframundo e hizo crecer el Qliphoth, un árbol demoníaco que cada varios miles de años crece uniendo el mundo demoníaco con el humano y absorbe la sangre de humanos para seguir creciendo hasta dar un único fruto. Este fruto, al ser comido, da a quien lo tome el poder para convertirse en el Rey del Infierno. Por lo visto y según las leyendas, el propio Mundus lo usó hace mucho tiempo. Por desgracia para otros grandes demonios, el Qliphoth no ha podido volver a crecer porque entre Sparda y su hijo Dante se han asegurado de que las grandes puertas al infierno quedan destruidas. Los pequeños huecos por los que se cuelan los demonios menores no son suficientes como para que el árbol pueda pasar. Pero con Yamato…
Por otro lado, la parte humana de Vergil también se movió, pues al separarse de su herencia demoníaca se dio cuenta de los errores que ha cometido en su vida, o al menos del error que ha sido separarse en dos. Tomó de la casa su querido libro de poesías y se miró. Su cuerpo estaba cubierto de tatuajes y su pelo blanco se hallaba teñido de negro por una tinta especial. Con el poco vestigio de poder que le quedaba había creado esa magia para poder invocar demonios que peleasen por él, demonios que aparecieron junto a él poco después de que su parte demoníaca se hubiera marchado. Esos familiares tomaron formas de demonios que reconocía de cuando fue Nelo Angelo. Es más, según más tarde uno de ellos revelaría, son la manifestación física de la corrupción dejada atrás, de sus pensamientos descartados cuando fue Nelo Angelo, sus pesadillas. Griffon, el ave eléctrica, Shadow, la pantera cambiaformas, y Nightmare, el coloso. Los tres demonios se convierten en los familiares de la forma humana de Vergil, que adopta el sobrenombre de V, solamente una letra, pues es lo que él es, una sombra de lo que fue.
Ni siquiera puede soñar con vencer a su parte demoníaca, así que decide que necesita ayuda. Sólo Dante puede medirse con su hermano a este nivel, así que a él es a quien va a buscar, aunque para ello primero tuvo que conseguir un buen fajo de billetes ensangrentados con los que pagar a Morrison, el hombre que le consigue los encargos al menor de los hermanos.
“I have no name, I am but two days old…”
V consigue que Dante le ayude gracias a ese dinero y a decirle que un demonio muy poderoso acaba de resucitar, diciéndole que ese demonio es su razón para luchar. Pero parece que Dante solo no se va a bastar, así que Morrison, que tiene un mal presentimiento, llama también a las dos compañeras ocasionales del menor de los hermanos, Trish y Lady. V se queda atrás, pues sólo sería un estorbo para cazadores de demonios tan poderosos en su estado. Lo que hace es coger un helicóptero preparado por Morrison y volar hasta Fortuna, para traer a Nero. A fin de cuentas, cualquier pequeña ayuda, aunque sea minúscula, puede contar para vencer a ese demonio, al que V da el nombre de Urizen.
Sin embargo, Urizen es demasiado poderoso, los derrota a todos y les fuerza a huir, pues Dante se ha quedado ganando tiempo para que puedan escapar aunque esto coste que la Rebellion quede destruida.
Un mes después, Nero vuelve a Red Grave, con un mecanismo en su brazo que le permite usar repuestos de brazos mecánicos con diferentes funciones. V, por su parte, busca la espada demoníaca Sparda, además de cortar todas las raíces del Qliphoth que pueda. Logra encontrar la espada y a Dante conectado al Qliphoth, lo cual de alguna manera lo ha mantenido con vida. V parece estar a punto de apuñalar a Dante, lo cual lo despierta de su sueño. Si lo que pretendía era exactamente eso o no, sólo V lo sabe. El caso es que sigue a Dante hasta la ubicación de otro demonio, Cavaliere Angelo. Un demonio en cuyo interior está atrapada la amiga de Dante, Trish. A ella es a quien le cuenta la historia de cómo acabó dividido en dos. Mientras Dante vuelve a intentar enfrentarse a Urizen, V busca reunirse con Nero, que también ha ido a combatir a Urizen. De hecho, Nero ha llegado antes y forzado a Urizen a levantarse del trono que lo conectaba al Qliphoth.
Gracias a clavarse la Rebellion en el mismo lugar que Vergil la Yamato, Dante despertó otro poder, uno mucho mayor. Además, fusionó lo que queda de esa espada y la Sparda con su propio poder. Esto crea la espada demoníaca Dante, además de que permite al menor de los gemelos acceder al Devil Trigger Real, su verdadera forma demoníaca que ahora sí puede controlar y no sólo usar cuando está a punto de morir y sin ser consciente de sus actos.
Dante combate a Urizen una vez más en las profundidades del Qliphoth después de que éste al fin consuma el fruto del árbol. Costó, pero Dante fue capaz de derrotar a este demonio incluso con el poder del fruto. Nero y V llegaron justo a tiempo para verlo y para que V pidiera acabar con esto con sus propias manos.
“While thy branches mix with mine and our roots together join.”
V, al dar el golpe de gracia a Urizen, consigue restaurar su yo anterior, volviendo a ser al fin Vergil de nuevo. Un Vergil recuperado de sus heridas, renovado, pero que también ha interiorizado sus vivencias como V y es consciente del error cometido. Marcha para dar tiempo a Dante a recuperarse de sus heridas y así poder saldar sus cuentas de una vez por todas, no sin antes darle las gracias a Nero por su ayuda, sin la cual no habría llegado a tiempo.
“That day, if our positions were switched... would our fates be different? Would I have your life, and you mine? Let's settle this... Dante.”
Dante acude para otro combate, uno en el que Vergil también muestra un Devil Trigger Real, probablemente obtenido gracias al fruto o a lo vivido como Urizen, quién sabe. El caso es que, cuando están a punto de ir con todo, un tercer demonio les interrumpe, un demonio que no es otro que Nero. Tras enterarse por boca de Dante de que Vergil es su padre y escuchar acerca de los enfrentamientos de los hermanos, el muchacho ha decidido ponerles fin y no dejar que se maten, pues son familia. Nero y Vergil combaten, ahora que también Vergil es consciente de que Nero es hijo suyo. Vergil es aparentemente derrotado, aunque aún puede luchar. Incluso así, Dante y él deciden quedarse en el inframundo, pasando la antorcha de la protección del mundo humano a Nero.
Antes de desaparecer de la vista de Nero, Vergil le promete no perder la próxima vez y le arroja su libro, aquel del que leía citas cuando era V. Un recuerdo de su infancia y de su parte más humana que ahora regala a su hijo, al menos hasta que vuelvan a verse.
Vergil y Dante quedan entonces en el infierno, dispuestos a cortar las raíces del Qliphoth y sellar la entrada con Yamato. Eso hace que, en teoría, no puedan volver nunca más pero… ¿será esto cierto?
